Una de mis pacientes valientes, la que se atrevió a mirarse bonito y a sentirse capaz de hacer una exposición con sus propias fotos, me ha enviado un regalazo. Uno de sus magníficos trabajos. Ya le he buscado un lugar de lujo en la ofi porque no podría estar en otro sitio mejor que aquí. Son unas escaleras de metro, pero no son oscuras. Tienen luz. Las veo como los dos sentidos de una misma realidad. Quiero que representen un simbolismo de la vida, donde unas veces estás arriba y otras abajo. Y, al final, se trata de aprender a aceptar que hay “abajos” y que no podemos evitarlos, que a veces, pueden ser muy profundos, pero que podemos usar el fondo para coger impulso y volver a subir a la superficie a respirar de nuevo. “Abajos” donde lo importante es saber vivirlos de la mejor manera posible sin perder nunca de vista que siempre, siempre, siempre podemos volver a subir. La vida es ese metro, que decide parar en estaciones por ti, pero tú eres el únic@ que tiene el poder de decidir, qué actitud quieres elegir para vivirla. -¿Subes?Mil gracias mi paciente valiente.
Gracias x la foto y por tus lindas palabras a las que también les hago un hueco en mi
Un pacer acompañarte en tu camino